Desarrollo de nuevos cultivares de algas marinas a partir de poblaciones silvestres (Proyecto de Acuicultura Innovadora de Algas Marinas ASTEC)
Las algas forman algunos de los sistemas más productivos del medio marino. Dan sustento a una inmensa diversidad de especies, proporcionan valiosos servicios ecosistémicos y desempeñan un papel importante en la mitigación del cambio climático como importantes sumideros de carbono. El cultivo de algas marinas ofrece el potencial de una solución basada en la naturaleza, neutra en carbono y resistente al clima para restaurar las comunidades de algas marinas en todo el mundo. Aumentar la producción de algas marinas ofrece un enfoque nuevo y poderoso para mejorar la resiliencia de las comunidades, reconstruir las comunidades naturales de algas marinas, aumentar la biodiversidad y mejorar los servicios de los ecosistemas. También puede proporcionar un medio socialmente aceptable de restaurar el entorno local de una comunidad, manteniendo al mismo tiempo unos medios de vida económicamente sostenibles.
Las eucheumatoides son algas rojas tropicales que se utilizan con frecuencia en la industria alimentaria y cosmética. El aumento de los brotes de plagas y enfermedades debido a la aceleración del cambio climático, la pérdida de diversidad genética y los problemas de bioseguridad han hecho que la producción de algas en Malasia disminuya un 45% entre 2012 y 2020, con repercusiones socioeconómicas catastróficas para las comunidades que dependen de la producción de algas. Para afrontar estos retos, existe una necesidad urgente de nuevos cultivares resistentes a la temperatura derivados de poblaciones silvestres autóctonas, que puedan mejorar la resistencia climática de las poblaciones cultivadas.
Impactos positivos
Este proyecto trabaja con las comunidades autóctonas de cultivo de algas marinas de Malasia para recoger poblaciones de la naturaleza y someterlas a ensayos de domesticación en una granja de investigación de Sabah. Esto ha dado lugar al descubrimiento de nuevos cultivares resistentes a la temperatura que se ponen en cultivo para mejorar la resistencia climática de las poblaciones cultivadas en Malasia. Esto es crucial para garantizar la sostenibilidad de la industria eucheumatoide a pesar de los problemas del cambio climático global.
Desafíos
El mayor reto durante el proyecto fue el impacto de las corrientes de agua en las algas cultivadas. El método convencional de atar las algas a las líneas de cultivo mediante bridas de plástico (denominadas «bridas de atado») provocaba altos niveles de pérdida de algas de las líneas y aumentaba la depredación de peces y tortugas. En consecuencia, no pudieron medirse las tasas de crecimiento. Para resolver este problema, se introdujeron los eucheumatoides salvajes en las redes de nailon. Por desgracia, este método también resultó ineficaz, ya que el cieno del fondo marino cubría las redes y asfixiaba a las algas.
Tras mantener conversaciones con los agricultores locales, se instalaron nuevas cestas con un tamaño de malla mayor para evitar que el limo quedara atrapado. Los eucheumatoides se colocaron en las nuevas redes durante 2-3 semanas para permitir un crecimiento suficiente antes de atarlos a las líneas de cultivo. Esto resolvió el problema y redujo los efectos de la depredación de peces y tortugas.
Lecciones aprendidas y próximos pasos
El resultado de este proyecto fue desarrollar nuevos cultivares resistentes a la temperatura que puedan utilizar los cultivadores de algas de Malasia. Se desarrolló un sistema para el cultivo costero de algas marinas de nuevos cultivares que puede reproducirse en toda Malasia. Sin embargo, se descubrió que la selección del lugar era muy importante, sobre todo los niveles de sedimentación en la columna de agua, que pueden suprimir las tasas de crecimiento de los eucheumatoides.